lunes, 22 de enero de 2024

RECOMENDACIONES 

Bacurau

UNA ADVERTENCIA PARA EL BOLSONARISMO:

NO METERSE CON LOS HIJOS DEL CANGAÇO 

Y aunque es malo mantenerse aislado
cuando todo el mundo está tan conectado
si el diablo gobierna hay que tener cuidado
la cultura nunca puede estar de lado
no todo está en venta, no todo es mercado
árbol sin raíces no aguanta parado
ningún temporal”.

Larbanois - Carrero,

dúo folklórico uruguayo

(fragmento de su canción “Santa Marta”)


El 1° de enero de 2019 el candidato ultraderechista Jair Messias Bolsonaro asumía como Presidente de Brasil.

Durante ese mismo año Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles estrenaron Bacurau basándose en un guion elaborado por ambos a partir de 2016, una película que en los catálogos aparece clasificada dentro del amplio espectro de los géneros drama, wéstern, terror gore, fantasía y - esta última definición nos parece la más absurda - ficción científica.

Producida por Emilie Lesclaux, Saïd Ben Saïd y Michel Merkt, y estelarizada en primer término por Sônia Braga (la eterna Doña Flor) y Udo Kier (actor de origen alemán que acompañara la incursión del artista plástico Andy Warhol en el Séptimo Arte), en coincidencia con una definición del Premio Nobel de Literatura 1980 Gabriel García Márquez, preferimos considerarla dentro del realismo social nostramericano, con toda la exuberancia que nuestro acervo cultural proporciona a este tipo de obras. 

Más aún, Bacurau es el producto estético y narrativo de un país por el que pasó el gigantesco Glauber Rocha, y para confirmar la continuidad cultural entre aquel momento luminoso de las artes, allá por los 60 y 70s, incluye una bellísima canción de Geraldo Vandré, autor de un legendario tema que oportunamente reflejó como pocos el espíritu de dicha época: “Para que no digan que no hablé de las flores”. 

Cabe destacar que poco después de su estreno, este filme obtuvo el Premio del Jurado en el Festival de Cannes.

Su título remite al nombre del último autobús de la madrugada en Recife, y el origen de ese nombre proviene de un ave de hábitos nocturnos común en el sertón brasileño, que era llamada por los pueblos tupíes como wakura'wa.

En una apretadísima síntesis, podría decirse que la historia que narra habla de un pequeño pueblito nordestino bastante aislado y dispuesto a defender a cualquier precio la vida que eligió.

El relato nos introduce en ese universo a partir del pintoresco sepelio de la matriarca Carmelita, mujer que parecería haber gravitado significativamente en la vida social del lugar. No faltarán allí ni las plañideras ni el violero que acompañe con tañido cansino al cortejo fúnebre. 

La ambientación, en ese caserío escaso y polvoriento, propio de una región semi desértica, rezuma naturalismo, al punto de que en la precariedad de todos los interiores las moscas sobrevuelan a sus anchas.

En una de sus inolvidables secuencias, el maestro - hijo de la difunta antes mencionada - proporciona al espectador un dato crucial, demostrando a sus alumnos que, aunque Bacurau no figure en Google Maps… sí está presente en el viejo mapa de hule de la escuelita local (cuyo nombre es Joao Carpinteiro, en claro homenaje a John Carpenter, un eximio cultor del cine de género, que compuso una de las maravillosas partituras musicales que ilustra el film)

Las pocas visitas que ese poblado recibe van desde una emigrada que retorna, a un prostíbulo rodante, pasando por las periódicas y fallidas incursiones del gobernador Tony Junior, quien intenta seducir a potenciales votantes con tanta desaprensión como cuando vacía sobre la tierra un acoplado repleto de libros viejos para que esa comunidad, que siempre lo desaira, eleve su nivel cultural. Sin ir más lejos, frente a una asamblea vecinal, la doctora del lugar arroja a la basura todos los medicamentos con que el político intenta cooptarlos.

Hasta ahí, la mesa está servida para entender que Bacurau tiene su propia y arcaica identidad y no está dispuesto a perderla. 

Pero aquel panorama bucólico cambiará radicalmente cuando comiencen a suceder acontecimientos inusuales, como el sobrevuelo de un dron con forma de plato volador vigilando a lxs lugareños, la incursión nocturna de una tropilla de caballos desbocados, o - lo más dramático - la aparición de cadáveres de vecinos acribillados.

El pueblo todo entrará en estado de alerta cuando advierta la presencia de una pareja de singulares motoqueros ataviados con mamelucos multicolor y dotados de acento gringo. En su visita a la cantina local, los forasteros indagarán sobre el nombre del pueblo, generándose un intercambio en el que la dueña los pondrá en su sitio salvaguardando el orgullo local:

_ Ah… se trata de un pajarito; dirá la recién llegada.

_ No. Bacurau no es un pajarito, es un pájaro; corrige la mujer a cargo del lugar, proporcionando una línea de diálogo que cualquier guionista envidiaría.

A partir de este giro, el pueblo mancomunará esfuerzos para poner en práctica una inteligencia común y generar sus propias autodefensas.

A medida que se multipliquen los asesinatos, Pacote, respetado representante de las fuerzas vivas del lugar, recurrirá a una pandilla de marginales refugiados en la torreta de un viejo dique, quienes aceptarán la faena de organizar la resistencia a cambio de un poco de comida. 

Resumiendo, estamos ante una muestra cabal de que a Nuestra América Profunda le sobran reservas para hacer frente a cualquier incursión foránea capaz de amenazarla.

Favor de confiar en que, aun habiendo dicho bastante, no hemos dicho casi nada sobre un filme plagado de giros inesperados, y de visión imprescindible para amantes de la producción cinematográfica de excelencia que es capaz de generar nuestro continente. -

 

Versión original completa (en portugués): 

https://www.youtube.com/watch?v=Vp6rhLSsffA&t=14s 

Link de descarga Torrent: https://yts.rs/movie/bacurau-2019 

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