CRÍTICAS
“Ciudad Invisible”
UNA LIGA DE LA JUSTICIA PARA LA AMÉRICA PROFUNDA
“Si los relatos de los cronistas de Indias y la
Ilustración europea mostraron una heterodesignación peyorativa de lo
monstruoso, el giro de Kusch permitió resignificar estos sentidos al apropiarlos de
manera positiva. Desde la perspectiva kuscheana, lo monstruoso constituye
precisamente el rasgo característico del arte popular americano. Hemos visto
que la imagen del hervidero espantoso le proporciona al filósofo un modelo
alternativo para repensar el arte como conjuro, es decir, la restitución del
precario equilibrio del mundo”.
Joaquín
Vélez y Luisina Bolla
Fragmento
del artículo “América monstruosa. Esbozos para pensar la (de) formación de la
alteridad”
A diferencia de
otros portales como este, que se ocupan de reseñar los grandes estrenos de la
Industria del Espectáculo, aquí preferimos dedicarnos a explorar ciertos
márgenes que de tanto en tanto deparan auspiciosas sorpresas.
Este es uno de
esos casos. Sabido es que la media del público elige por default productos del mainstream
hollywoodense que, con enorme expertiz, creó el cánon narrativo que ha
alfabetizado audiovisualmente a la mayoría de los espectadores.
Pero cada cinematografía
tiene una estética particular y un biorritmo propio, que vale la pena descubrir
para no asomarse al mundo por el ojo de una cerradura.
Cidade Invisivel es
una serie de televisión web brasileña del género thriller fantástico. Su primera temporada consta de 7
capítulos (la segunda ya fue oficialmente anunciada) Fue creada por Carlos Saldanha,
con guión de Raphael Draccon y Carolina Munhóz. Está protagonizada por
Marco Pigossi, Alessandra Negrini, Jessica
Cores, Fábio Lago y Victor Sparapane. Lanzada en todo el
mundo el 5 de febrero de 2021 por Netflix, encabezó la lista de producciones más
vistas en la plataforma de la N en Brasil.
Cabe destacar
que Saldahna egresó de la Escuela de Artes Visuales de Nueva York, y cuenta con
créditos como el de haberse encargado de los efectos especiales del film “El
Club de la Pelea” (1999, David Fincher),
y de la saga animada “Río” (2011/2014), así como de la producción Disney
“Ferdinand” (2017)
La historia en
cuestión transcurre en Río de Janeiro, con el Pao de Azucar como marco
paisajístico, y nos cuenta que una mujer ha muerto
aparentemente a causa de un incendio forestal que pudo haber sido intencional.
Pese a que hay varios cabos sueltos, la policía estadual cajonea la
investigación. El detective de la Comisaría Ambiental Eric
Alves (Pigossi), viudo de la difunta, se
hará cargo del caso por cuenta propia, descubriendo a continuación el cadáver
de un singularísimo delfín rosado sobre
la Praia do Flamengo, próxima al accidente que costó la vida de su esposa. Su
sospecha de que ambos hechos guardan relación lo conducirá a descubrir un mundo
habitado por entidades míticas generalmente invisibles para los humanos.
En un clima de realismo
mágico que recuerda algunas novelas de Jorge
Amado , y con epicentro
en una aldea pesquera (Villa Toré) similar a la que mostrara Glauber Rocha en su
filme “Barravento” (1961) - que también aborda ciertos tópicos revisitados por
la serie que nos ocupa -, la trama irá
desplegando un bestiario sobrenatural que parece escapado del “Diccionario de creencias y supersticiones (argentinas y
americanas)” publicado por nuestro Félix
Coluccio en 1983.
La galería en
cuestión nos presentará al Curupirá (del tupí-guaraní
antiguo) o "Curupí" (en guaraní),
un ser - acaso el más fascinantemente representado en la serie - que posee los
pies apuntando hacia atrás, lo que confunde a sus eventuales rastreadores en
cuanto a si va o viene, guardián de los bosques, y personaje que dará cuenta
del subtexto ecológico de un relato que
hace hincapié en la defensa de la biodiversidad. Se lo mostrará como a un
aborigen que vaga por el bosque profiriendo agudos alaridos.
También
conoceremos al Sací,
posiblemente el personaje más popular en el folclore brasileño, siendo un mito originario del sur de este país. Se
trata de un joven negro o mulato con una sola pierna, y que usa una vincha mágica de color rojo para aparecer o desaparecer
donde desee (usualmente en el medio de un remolino) Considerado un impenitente chacotero en la mayor parte
de Brasil, puede conceder deseos a
todos los que logran atraparlo, o consiguen robar su mágico atributo. Como el
ente anterior, aparecerá convertido en una suerte de pordiosero que vaga por el
popular Barrio Lapa, al que dedicara una canción el trovador carioca Chico Buarque de Holanda. Pese a
tratarse de entidades superiores, en esta aventura ambos serán introducidos en
estado de degradación social y renunciando a sus respectivos destinos, recurso
narrativo al que frecuentemente apelan las historias de origen de algunos
superhéroes.
A su turno,
aparecerá el Boto Color Rosa, un delfín al que los indios de Brasil atribuyen ser el
dios de los ríos y de los peces, por lo que respetan profundamente a estos
animales. En su versión humana tendrá la apariencia del juerguista y seductor
Manaus.
Otro ente que
será de la partida es La Cuca, feminización de nuestro cuco o del cucuy
caribeño, mito encarnado por una hechicera capaz de adormecer y castigar a los
niños traviesos, don que en “Ciudad Invisible” este personaje utilizará también
para que algunos adultos sucumban a su canción de cuna. En la medida en que
este universo narrativo propone que tales entidades se mimeticen con el resto
de los mortales, aquí se nos muestra como una dama misteriosa y sensual, que
atiende el Bar Cafofo.
La nómina
sigue con Iara (del
tupi 'y-îara "senhora
de las aguas") o "Madre del
agua", que según el folclore brasileño es un personaje mitológico con características
de sirena, y aquí adquiere la fisonomía
de una espigada cantante de color que actúa en el bar anteriormente mencionado.
En sus shows, esta bellísima mujer será
acompañada en contrabajo por el corpulento Tutu, cuya personalidad mítica es la
de Cerdo Negro,
una voluminosa criatura de la tradición brasileña que ataca tanto a animales
como a seres humanos. Tiene ojos diabólicos que proyectan una luz fosforescente,
lo cual le permite localizar a sus víctimas con mayor facilidad aunque éstas
intenten ocultarse. Cuando decide atacar, nada puede detenerlo ya que es inmune
a las balas.
Y, como todo
relato heroico tiene su villano, aquí ese rol lo juega Corpo-Seco, que según el folclore brasileño,
es un hombre que pasó su vida cometiendo actos de crueldad, y cuando murió fue
rechazado por Dios y el Diablo, inclusive por la tierra que enojada lo repelió.
En nuestra historia será encarnado por un empresario despiadado y capaz de
someter a la Madre Naturaleza al arbitrio de sus negocios, completando la
parábola medioambiental que está en juego.
Siete
capítulos, y siete seres mitológicos con sus respectivos súper poderes, inscriptos
en una trama atravesada por fuertes contrastes culturales rural - urbanos, que
va estableciendo así un contrapunto entre el pensamiento mágico/seminal y el
racional/científico.
A esta altura de nuestra ponderación, altamente favorable para un producto
eminentemente latinoamericano, se torna ineludible expresar lo importante que
sería que las productoras nacionales de contenidos - que alguna vez ensayaron una
épica conurbana con títulos como “Nafta Súper” (2016, Leonardo Oyola y Nicanor
Loreti) o preparan una adaptación moderna de “El Eternauta” oesterheliano (anunciada
por Netflix Latinoamérica para 2023, a cargo de Bruno Stagnaro) - también abordaran nuestro frondoso y exuberante
acervo mitológico, temática de tratamiento infrecuente en las pantallas
locales.
Forzando la memoria, unos
pocos títulos que alguna vez lo intentaron con diversa suerte fueron “Embrujada”
(1969, Armando Bo), “El Familiar” (1975,
Octavio Getino), o “La hora de María
y el Pájaro de Oro” (1975, Rodolfo Kuhn)
Y, pasando del Séptimo al Noveno Arte, una cautivante historieta que
rescató buena parte de los mitos argentinos, autoeditada en 1999 por sus
autores: Rafael Curci en guión, y Marcelo Basile y Tomás Coggiola en dibujos, con el título de “Mikilo. El retorno de un mito”.
¡Queda planteado nuestro
desafío!
Jorge
Leal Amado de Faria fue un escritor brasileño, miembro de la Academia Brasileña
de Letras, y autor de novelas tan célebres como “Doña Flor y sus dos maridos”,
“Teresa Batista cansada de guerra”, o “Gabriela clavo y canela”.
Glauber Pedro de Andrade Rocha fue un influyente
director de cine brasileño, actor y guionista, conocido sobre todo por su
película “Deus e o Diabo na Terra do Sol” de 1964. Se lo considera uno de los
padres del movimiento cinematográfico denominado “Cinema Novo”.
Félix Coluccio fue un profesor, folclorólogo,
investigador folclórico y prolífico escritor argentino.