domingo, 27 de marzo de 2022

CRÍTICAS

 

“Competencia Oficial”

TOUR DE FORCE ENTRE TALENTOS DRAMÁTICOS 













Ya hemos aclarado en entregas anteriores que este no es un sitio que pretenda ganarle de mano a otros ofreciendo la gran primicia. Para nada. Preferimos más bien sorprender brindando una mirada singular, que incluso corra el riesgo de analizar productos suficientemente abordados por la prensa especializada. 

Bien. Hecha esta salvedad, ¡a lo nuestro! 

Ante el estreno del primer filme de la dupla Cohn - Duprat estelarizado por Oscar Martínez - “El Ciudadano Ilustre” -, el prestigioso sociólogo Horacio González publicó una nota en el Diario Perfil en cuyo título se preguntaba si no era esa la  expresión primigenia de un cine macrista, habida cuenta de que su trama presentaba a un egocéntrico escritor consagrado, maltratado al cabo de una conferencia por los lugareños de un rústico pueblito del interior bonaerense. 

Dado que tanto el posicionamiento ideológico del actor en cuestión, como de este prolífico tándem creativo que ha legado títulos memorables como “El Artista” (2008), “El Hombre de al Lado” (2009) o “Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo” (2011), es público y notorio, esta nota se limitará exclusivamente a ponderar los valores artísticos de su última entrega. 

Como en el filme “Muertos de risa” (1999, Álex de la Iglesia), la trama propone la reunión de dos prestigiosos actores (Martínez y Antonio Banderas) que no se soportan, en torno a una directora bastante excéntrica (Penélope Cruz), quien durante los ensayos los someterá a experiencias límite, todo ello a instancias de un magnate octogenario que aspira pasar a la posteridad produciendo un filme digno del Óscar, y adaptado de un best seller que da cuenta de una rivalidad semejante a la que sostienen quienes darán vida a sus personajes. 

Este Opus N° 8 de una labor conjunta que ya lleva 21 años, podría considerarse una obra de cámara bastante infrecuente en los días que corren -  plagados de ofertas dotadas de un speed narrativo destinado a millennials alfabetizadxs en el vértigo de las redes sociales -, en el que ningún plano se atreve a llegar al minuto de duración. 

“Competencia Oficial” (2021, Mariano Cohn - Gastón Duprat) es todo lo contrario. Introduce al espectador en un espacio minimalista y despojado en el que cada intérprete queda librado al exclusivo recurso de su capacidad histriónica. Gozarán de sus casi dos horas de duración tanto cinéfilos como amantes del arte dramático capaces de conmoverse ante el arduo pero maravilloso proceso de dirección actoral tanto como de creación de personajes. 

Y ahí reside toda la carga que nos hemos propuesto darle al título de esta crítica.

Lxs argentinxs estamos acostumbradxs a la solvencia interpretativa de Martínez, acaso muy predispuestxs a la Penélope moldeada por Almodóvar, y - lamentablemente - de un tiempo a esta parte al Banderas cooptado por Hollywood para convertirlo en una especie de Bruce Willis latino.

Pues nada que agregar sobre quien ha brillado en filmes que hicieron historia,  como “Relatos Salvajes” (2014, Damián Szifrón) Pero vale la pena destacar que hace mucho tiempo que no se ve una Penélope tan descollante y alejada de sus siempre meritorias  perfomances habituales. Digamos, por último, que Banderas ya había trepado hasta una cima interpretando a ese doble del director manchego que vimos en  “Dolor y Gloria” (2019, Pedro Almodóvar), pero aquí brinda una verdadera lección acerca de lo que es capaz de rendir dramáticamente cuando se le da la oportunidad, y una cámara lúcida le tiene paciencia.

Quien escribe estas líneas - no precisamente un millennial, está claro - disfrutó por igual la (para algunxs) excesiva duración de “El Irlandés” (2019, Martin Scorsese), solazándose más que con la historia que relata con la química entre De Niro y el ya esquivo Joe Pesci.

Aquí sobra de eso en el contrapunto entre Martínez y Banderas. 

Estamos hablando, a la postre, de un filme que, más allá de su corrosivo argumento y sorprendente y abiertísimo final, hará - como se dijo - las delicias de lxs amantes del maravilloso oficio de estar delante o detrás de cámara.-

miércoles, 16 de marzo de 2022

CRÍTICAS


“Ciudad Invisible”

UNA LIGA DE LA JUSTICIA PARA LA AMÉRICA PROFUNDA





















“Si los relatos de los cronistas de Indias y la Ilustración europea mostraron una heterodesignación peyorativa de lo monstruoso, el giro de Kusch permitió resignificar estos sentidos al apropiarlos de manera positiva. Desde la perspectiva kuscheana, lo monstruoso constituye precisamente el rasgo característico del arte popular americano. Hemos visto que la imagen del hervidero espantoso le proporciona al filósofo un modelo alternativo para repensar el arte como conjuro, es decir, la restitución del precario equilibrio del mundo”.

Joaquín Vélez y Luisina Bolla

Fragmento del artículo “América monstruosa. Esbozos para pensar la (de) formación de la alteridad”


A diferencia de otros portales como este, que se ocupan de reseñar los grandes estrenos de la Industria del Espectáculo, aquí preferimos dedicarnos a explorar ciertos márgenes que de tanto en tanto deparan auspiciosas sorpresas.

Este es uno de esos casos. Sabido es que la media del público elige por default productos del mainstream hollywoodense que, con enorme expertiz, creó el cánon narrativo que ha alfabetizado audiovisualmente a la mayoría de los espectadores.

Pero cada cinematografía tiene una estética particular y un biorritmo propio, que vale la pena descubrir para no asomarse al mundo por el ojo de una cerradura.

Cidade Invisivel es una serie de televisión web brasileña del género thriller  fantástico. Su primera temporada consta de 7 capítulos (la segunda ya fue oficialmente anunciada) Fue creada por Carlos Saldanha, con guión de Raphael Draccon y Carolina Munhóz. Está protagonizada por Marco Pigossi, Alessandra Negrini, Jessica Cores, Fábio Lago y Victor Sparapane. Lanzada en todo el mundo el 5 de febrero de 2021 por Netflix, encabezó la lista de producciones más vistas en la plataforma de la N en Brasil.

Cabe destacar que Saldahna egresó de la Escuela de Artes Visuales de Nueva York, y cuenta con créditos como el de haberse encargado de los efectos especiales del film “El Club de la Pelea” (1999, David Fincher), y de la saga animada “Río” (2011/2014), así como de la producción Disney “Ferdinand” (2017)

La historia en cuestión transcurre en Río de Janeiro, con el Pao de Azucar como marco paisajístico, y nos cuenta que una mujer ha muerto aparentemente a causa de un incendio forestal que pudo haber sido intencional. Pese a que hay varios cabos sueltos, la policía estadual cajonea la investigación. El detective de la Comisaría Ambiental Eric Alves (Pigossi), viudo de la difunta, se hará cargo del caso por cuenta propia, descubriendo a continuación el cadáver de un singularísimo delfín rosado sobre la Praia do Flamengo, próxima al accidente que costó la vida de su esposa. Su sospecha de que ambos hechos guardan relación lo conducirá a descubrir un mundo habitado por entidades míticas generalmente invisibles para los humanos. 

En un clima de realismo mágico que recuerda algunas novelas de Jorge Amado [1], y con epicentro en una aldea pesquera (Villa Toré) similar a la que mostrara Glauber Rocha [2] en su filme “Barravento” (1961) - que también aborda ciertos tópicos revisitados por la serie que nos ocupa  -, la trama irá desplegando un bestiario sobrenatural que parece escapado del “Diccionario de creencias y supersticiones (argentinas y americanas)” publicado por nuestro Félix Coluccio [3] en 1983.

La galería en cuestión nos presentará al  Curupirá​ (del tupí-guaraní antiguo) o "Curupí" (en guaraní), un ser - acaso el más fascinantemente representado en la serie - que posee los pies apuntando hacia atrás, lo que confunde a sus eventuales rastreadores en cuanto a si va o viene, guardián de los bosques, y personaje que dará cuenta del subtexto ecológico de un relato que hace hincapié en la defensa de la biodiversidad. Se lo mostrará como a un aborigen que vaga por el bosque profiriendo agudos alaridos.

También conoceremos al Sací, posiblemente el personaje más popular en el folclore brasileño, siendo un mito originario del sur de este país. Se trata de un joven negro o mulato con una sola pierna, y que usa una vincha mágica de color rojo para aparecer o desaparecer donde desee (usualmente en el medio de un remolino) Considerado un impenitente chacotero en la mayor parte de Brasil, puede conceder deseos a todos los que logran atraparlo, o consiguen robar su mágico atributo. Como el ente anterior, aparecerá convertido en una suerte de pordiosero que vaga por el popular Barrio Lapa, al que dedicara una canción el trovador carioca Chico Buarque de Holanda. Pese a tratarse de entidades superiores, en esta aventura ambos serán introducidos en estado de degradación social y renunciando a sus respectivos destinos, recurso narrativo al que frecuentemente apelan las historias de origen de algunos superhéroes.

A su turno, aparecerá el Boto Color Rosa, un delfín al que los indios de Brasil atribuyen ser el dios de los ríos y de los peces, por lo que respetan profundamente a estos animales. En su versión humana tendrá la apariencia del juerguista y seductor Manaus.

Otro ente que será de la partida es La Cuca, feminización de nuestro cuco o del cucuy caribeño, mito encarnado por una hechicera capaz de adormecer y castigar a los niños traviesos, don que en “Ciudad Invisible” este personaje utilizará también para que algunos adultos sucumban a su canción de cuna. En la medida en que este universo narrativo propone que tales entidades se mimeticen con el resto de los mortales, aquí se nos muestra como una dama misteriosa y sensual, que atiende el Bar Cafofo.

La nómina sigue con Iara (del tupi 'y-îara "senhora de las aguas") o "Madre del agua", que según el folclore brasileño es un personaje mitológico con características de sirena, y aquí adquiere la fisonomía de una espigada cantante de color que actúa en el bar anteriormente mencionado.

En sus shows, esta bellísima mujer será acompañada en contrabajo por el corpulento Tutu, cuya personalidad mítica es la de Cerdo Negro, una voluminosa criatura de la tradición brasileña que ataca tanto a animales como a seres humanos. Tiene ojos diabólicos que proyectan una luz fosforescente, lo cual le permite localizar a sus víctimas con mayor facilidad aunque éstas intenten ocultarse. Cuando decide atacar, nada puede detenerlo ya que es inmune a las balas.

Y, como todo relato heroico tiene su villano, aquí ese rol lo juega Corpo-Seco, que según el folclore brasileño, es un hombre que pasó su vida cometiendo actos de crueldad, y cuando murió fue rechazado por Dios y el Diablo, inclusive por la tierra que enojada lo repelió. En nuestra historia será encarnado por un empresario despiadado y capaz de someter a la Madre Naturaleza al arbitrio de sus negocios, completando la parábola medioambiental que está en juego.

Siete capítulos, y siete seres mitológicos con sus respectivos súper poderes, inscriptos en una trama atravesada por fuertes contrastes culturales rural - urbanos, que va estableciendo así un contrapunto entre el pensamiento mágico/seminal y el racional/científico.

A esta altura de nuestra ponderación, altamente favorable para un producto eminentemente latinoamericano, se torna ineludible expresar lo importante que sería que las productoras nacionales de contenidos - que alguna vez ensayaron una épica conurbana con títulos como “Nafta Súper” (2016, Leonardo Oyola y Nicanor Loreti) o preparan una adaptación moderna de “El Eternauta” oesterheliano (anunciada por Netflix Latinoamérica para 2023, a cargo de Bruno Stagnaro)  - también abordaran nuestro frondoso y exuberante acervo mitológico, temática de tratamiento infrecuente en las pantallas locales.

Forzando la memoria, unos pocos títulos que alguna vez lo intentaron con diversa suerte fueron “Embrujada” (1969, Armando Bo), “El Familiar” (1975, Octavio Getino), o “La hora de María y el Pájaro de Oro” (1975, Rodolfo Kuhn) Y, pasando del Séptimo al Noveno Arte, una cautivante historieta que rescató buena parte de los mitos argentinos, autoeditada en 1999 por sus autores: Rafael Curci en guión, y Marcelo Basile y Tomás Coggiola en dibujos, con el título de Mikilo. El retorno de un mito”.

¡Queda planteado nuestro desafío!

 

 



[1] Jorge Leal Amado de Faria​​​ fue un escritor brasileño, miembro de la Academia Brasileña de Letras, y autor de novelas tan célebres como “Doña Flor y sus dos maridos”, “Teresa Batista cansada de guerra”, o “Gabriela clavo y canela”.

 

[2] Glauber Pedro de Andrade Rocha fue un influyente director de cine brasileño, actor y guionista, conocido sobre todo por su película “Deus e o Diabo na Terra do Sol” de 1964. Se lo considera uno de los padres del movimiento cinematográfico denominado “Cinema Novo”.

 

[3] Félix Coluccio fue un profesor, folclorólogo, investigador folclórico y prolífico escritor argentino.

miércoles, 2 de marzo de 2022

CRÍTICAS


“Última noche en el Soho”

ALICIA EN EL PAÍS DE LAS PESADILLAS











A mi hija Leticia,

Diseñadora de Indumentaria.

  

El último fin de semana largo de febrero, nuestro apetito audiovisual nos condujo hacia un filme altamente recomendable. Se trata de “Last night in Soho” (2021), la última realización del británico Edgar Wright, a quien muchxs conocimos por haber dirigido un puñado de corrosivas comedias protagonizadas por su pelirrojo connacional Simon Pegg, como “Zombie’s Party” (2004) o “Una noche en el fin del mundo” (2013)

Vale la pena recordarle a quien no lo conozca, que Wright es un guionista, productor, actor y director de cine y televisión que obtuvo cierta fama dirigiendo la sitcom de 1999 “Spaced” - también estelarizada por Pegg -, cuyas dos temporadas pueden verse por Netflix. 

Lxs fans del cine de género quizás tengan presente que nuestro hombre también se hizo cargo de un falso avance para “Grindhouse(2007), una doble entrega  de Quentin Tarantino y Robert Rodríguez, donde se burla de los clichés del cine de terror, con líneas como "Si... estás pensando... en entrar... a... esta... casa... ¡No lo hagas!". 

En apretada síntesis, aquí nos cuenta la historia de una joven pueblerina y amante de la moda (Thomasin Mc Kenzie: vista en películas como “Jo Jo Rabbit”, de Taika Waititi; “Viejos”, de M. Night Shyamalan; o “El Hobbit”, de Peter Jackson) que en una bohardilla londinense cargada de secretos descubre la capacidad de trasladarse a su venerada década los 60s, donde conocerá a una novel cantante que pronto tomará como referente, descubriendo a continuación  que la vida en aquel momento del Soho es bastante diferente a lo que ella imaginaba. 

Dicho giro semeja una versión dramática del que propuso Woody Allen en “Medianoche en París” (2011) 

Gambeteando spoilers, digamos que lo que comienza como una comedia romántica de realización personal, aparenta virar hacia un thriller sicológico, para culminar entrando de lleno al género fantástico, rozando por momentos el terror... con imprevisible remate de sororidad. 

Vale la pena echar un vistazo al tráiler para apreciar - entre otros méritos - el esmero volcado en una reconstrucción de época que, salvando el lugar donde transcurre la historia en cuestión, nos recuerda el minucioso empeño de Tarantino al reconstruir el Los Ángeles de la misma época para su colosal “Érase una vez en Hollywwod” (2019), partiendo aquí de referencias tan ineludibles como el póster de “Desayuno en Tiffany’s” (1961, Blake Edwards) en la habitación de juventud de la protagonista o, ya en Londres, la marquesina de un cine donde se estrena la aventura de 007 “Operación Trueno” (1965, Terence Young): https://www.youtube.com/watch?v=v65YKrjYHSM 

En dicho metraje brilla la ascendente y exótica Anya Taylor Joy, que tanto se disfrutara en la miniserie “Gambito de dama” (2020, Scott Frank), o en el film  “Fragmentado” (2016, M. Night Shyamalan), quien hasta se atreve a ponerle su propia voz a un tema de la impresionante banda sonora compuesta por Steven  Price (compositor que ya carga con un Óscar por la música del filme de 2013 “Gravedad”, dirigido por Alfonso Cuarón)

La peli también incluye temas clásicos que vale la pena escuchar una y otra vez por separado, como A World Without Love por Peter & Gordon, Wishin’ and Hopin’ por  Dusty Springfield, Don’t Throw Your Love Away por The Searchers, Beat Girl por The John Barry Orchestra, Starstruck por The Kinks, You’re My World por Cilla Black, Wade In the Water por The Graham Bond Organisation, I’ve Got My Mind Set On You por James Ray, (Love Is Like a) Heat Wave por The Who, Puppet On a String por Sandie Shaw, Land of 1000 Dances por The Walker Brothers, There’s a Ghost In My House por R. Dean Taylor, Happy House por  Siouxsie & the Banshees, (There’s) Always Something There To Remind Me nuevamente por Sandie Shaw, Eloise por Barry Ryan, y Anyone Who Had a Heart otra vez en la voz de Cilla Black.

Completan el elenco tres ilustres veteranxs como Rita Tushingam, a quien se viera en films de culto como “El knack… y cómo lograrlo” de Richard Lester y en “Doctor Zhivago” de David Lean (ambos estrenados en 1965); Diana Rigg - acaso en su última interpretación -, la célebre Emma Peele de la serie  “Los Vengadores” (1961/69, Sidney Newman), quien más acá en el tiempo también integrara el elenco de la exitosa “Game of Thrones” (2011/2019, David Benioff); y el venerable y enigmático Terence Stamp, de inolvidable desempeño en el “Teorema” de Pasolini, o en “No apuestes tu cabeza al diablo”, aquella perlita dirigida por Federico Fellini para el tríptico “Historias Extraordinarias”, basado en cuentos de Edgar Alan Poe, ambos filmes del prolífico año 1968. 

En conclusión, le damos un puntaje de 4 puntos sobre 5… con ganas de agregarle medio más.

 

¡Esperamos vuestros comentarios!

  

RECOMENDACIONES BRIAN Y CHARLES UN AMIGO HECHO DE TRASTOS (O EL ARTE DE NO RETENER A QUIEN SE AMA) He aquí una hermosa fábula sobr...