RESEÑAS
UNA
CITA ANUAL PARA QUE LA FÁBRICA DE LOS SUEÑOS
NOS
INDIQUE LO QUE VALE LA PENA MIRAR
Constituye una
verdad de Perogrullo recordar que cualquier juicio humano carece de
objetividad, justamente porque emana de sujetos.
Dicha esta rotunda
obviedad, solo agregaremos que, a diferencia de la media de lxs críticxs,
nosotrxs hemos hecho cine, ejerciendo el rol de guionistas, productores, y
realizadores. Aun así, eso no da patente de corso. Pero el intento de no opinar
exclusivamente desde la butaca de una sala oscura siempre es un plus.
No obstante, pese a
las credenciales presentadas, haremos el esfuerzo - siempre justificado - de tomar
distancia del juicio del fan, procurando ofrecer argumentos que sostengan
solventemente las opiniones emitidas.
American Fiction
En esta
comedia dramática dirigida por Cord Jefferson, un escritor de color bastante mal llevado - con todo su entorno, pero
más aún con las tendencias de la industria editorial -, que desde hace un
tiempo no acierta con un éxito de ventas, intentará convertirse en ghost
writer de sí mismo, para publicar un libro políticamente incorrecto y concebido
desde la perspectiva y el lenguaje de la población negra marginal. Para su
sorpresa, ahora sí quedará atrapado en las redes de un suceso de ventas tal,
que su obra no solo se convertirá de inmediato en best seller, sino que terminará
adaptándose al cine.
Pretencioso film que
se propone discurrir sobre la forma más adecuada de abordar el tema de la
negritud en la nueva literatura estadounidense, aunque salvo cierta discreta
interpelación a los consumos que la población blanca prefiere sobre dicho
fenómeno, no consigue incomodar.
Acaso su recurso más
interesante - y no estamos diciendo novedoso - sea permitirnos asistir a la
encarnación viva de los personajes ficcionales mientras el autor los va
creando.
Carga con 51 premios
internacionales, incluido el del público en el Festival de Cine de Toronto.
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=_dBHYEG45qU
Anatomía de una caída
Este drama de Justine
Triet es el típico thriller de carácter tribunalicio, rigurosamente
guionado, excelentemente actuado y fotografiado. No obstante, aun contando con
tales créditos, puede resultar una historia excesivamente expandida y de ritmo algo
moroso.
Por un lado, nos presenta las emociones
potencialmente románticas de la pareja protagónica, y el peligroso vínculo
entre ficción y no ficción en que quedará envuelta, dada la profesión de ambos.
Por otro, la fortuita muerte de un hombre que fracasó como escritor. La
conclusión judicial del proceso parecerá avalar el suicidio, ya que su mujer
resultará absuelta, aunque es la de su supuesta culpabilidad la historia que se
escenifica. Acaso porque es lo que el público (del juicio y de la película)
quería ver.
“Creo que ha habido demasiadas palabras en este
juicio y ya no tengo nada que decir”, dirá la protagonista al final. Pero la enorme
variedad de hipótesis desplegadas no conducirá a una verdad categórica, sino a
lo indecible, lo inverificable, lo opaco.
Queda por dilucidar si rechazar una conclusión
tranquilizadora es una deconstrucción de la narrativa tradicional… o una
variación de un tipo de narrativa a la que estamos acostumbrados, una narrativa
abierta, una narrativa reflexiva, una narrativa que juega con abismarse a sí
misma, en definitiva, la narrativa de una película cuyo tema principal es el de
los universos que abre la literatura.
Cabe destacar que la
protagonista, Sandra Hüller, en esta edición de los premios está como
candidata por partida doble.
El film recibió 40 galardones, incluyendo la Palma de Oro en la última edición del Festival de Cine de Cannes.
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=KCdtwKRn3J0&t=7s
Barbie
A quienes cultivamos
un pensamiento crítico no nos pasa por alto el rol que ha venido jugando a
nivel sociocultural la muñeca que da nombre al film, paradigma racista de la
belleza hegemónica.
Sin embargo, la directora Greta Gerwing, recurriendo a la estrategia del karateka,
resignifica los sentidos originales del producto, ofreciéndonos una Barbie que,
en contacto con el mundo real, toma conciencia de la función que se le ha
asignado, la revisa autocríticamente y, ya empoderada, se redime.
Consejo de amigo:
Vean CUALQUIER film estelarizado por la gigantesca Margot Robbie y, si
su trama no cotiza, disfruten exclusivamente de su perfomance. Nunca
defrauda.
Arrastra 116 premios
internacionales, la mayoría por la canción de Billie Eilish ¿What Was I Made For?
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=_hEXvOxQm30&t=6s
Los que se quedan
Esta deliciosa
comedia dramática de Alexander Payne cuenta la historia de tres
soledades. Aunque ninguna como la del protagonista, un riguroso profesor vitalicio
de Historia Antigua en un prestigioso colegio de Massachussets, cuyo único amor
son los textos clásicos.
El film ubica la
acción - créditos y estética incluidos - en los ya míticos 70s, década no solo
ponderable porque haya sido hasta ahora la última vez en que los pueblos del
mundo estuvieron a punto de tomar el cielo por asalto, sino porque también nos
recuerda a uno de los mejores cines que se haya producido en la historia
contemporánea. Y ese contexto aquí está cuidado al detalle: Desde el afiche de Martin Luther King
en la habitación de la cocinera negra, pasando por los Underground Cómix que
popularizó el legendario dibujante Robert Crumb (y ojea el protagonista),
hasta una función de cine compartida entre profesor y alumno en la que se
proyecta Pequeño Gran Hombre (1970, Arthur Penn), donde puede verse a un
jovencísimo Dustin Hoffman.
El perfil del Profesor
Hunham (un Paul Giammati en la cúspide de su carrera dramática) exhibe
una contenida pero profunda humanidad, que aparece por ejemplo en escenas como
cuando durante un almuerzo con el curso a su cargo reacciona contra esos
estudiantes acomodados, en defensa de la cocinera, cuyo hijo acaba de morir en
la Guerra de Viet Nam (el joven casualmente se apellida Lamb: ¿"cordero de
Dios que lavas los pecados del mundo"?), espetándoles que la vida de la mayoría de la
gente sin privilegios es como la escalera de un gallinero: "corta y llena
de mierda". Y ella lo escucha, conmovida, desde su modesto pero
imprescindible puesto de trabajo.
El fin de ciclo
lectivo hará que el viejo docente deba permanecer en el establecimiento,
castigado por reprobar al hijo inútil de un político influyente, estadía que ha
de compartir con la ya aludida empleada a cargo del buffet y el indisciplinado
pero lúcido estudiante Tully, cuyo padre está internado con un cuadro paranoico
y su madre no está dispuesta a compartir las fiestas de fin de año con él
porque tiene previsto irse de Luna de Miel con su nueva pareja. Esa especie de
retiro forjará entre los tres algo así como una familia disfuncional.
Cerrando la
historia, Hunham tendrá su “claro día de justicia”, al cabo de lo cual
responderá tardíamente al interrogante de su ya dilecto discípulo, quien le preguntara
a qué ojo debería dirigir su mirada al conversar - ya que el académico padece de
cierto estrabismo -, recibiendo por elocuente respuesta la recomendación de optar siempre por el ojo rebelde.
Cosechó 93
premios internacionales. Paul Giamatti y Da’Vine Joy Randolph (la cocinera) vienen arrasando.
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=8Q7tDTpY7H8
Los asesinos de la luna
El talentoso crítico
español Alejandro Calvo (SensaCine) afirma que con el tiempo nos
sentiremos afortunadxs de haber sido contemporánexs de Martin Scorsese
(nosotros, por lo menos del de Taxi Driver, Goodfellas, y Gangs of New York)
Tal vez este no sea
su filme más memorable, pero lo dignifica en sumo grado abordar una historia
basada en hechos reales, que contribuye a comprender que la grandeza de los
EEUU se ha edificado gracias a la rapiña de los poderosos.
Cuenta con una
actuación en piloto automático de Leonardo Di Caprio, un promisorio
desempeño de la protagonista femenina, y un De Niro en un nivel que
extrañábamos.
Llega con 95
premios internacionales. Participó fuera de concurso en la última edición del
Festival de Cine de Cannes.
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=DwepELZgs-Q
Maestro
Martin Scorsese y
Steven Spielberg producen esta nueva incursión del actor Bradley
Cooper en la dirección cinematográfica, para la señal Netflix. Cooper es un
intérprete con potencial, que se luce como tal en momentos minimalistas, más
que en desaforadas perfomances que - aún legitimadas por el desempeño del
propio Leonard Bernstein durante la secuencia final de créditos - se acercan
a un innecesario regodeo narcisista. Lo acompaña una excelente actriz. Su
personaje sabe que Bernstein es bisexual, y Bernstein sabe que ella tiene un
amante, pero ambos se idolatran; ella - una actriz de reparto -, muy a pesar de
diluirse ante la fama prodigiosa de su marido.
El músico al que tributa
el film fue ante todo eso, un inspirado compositor y director de orquesta.
Cooper es actor, y Bernstein escribió partituras memorables para la Historia
del Cine. Bien podría haberse tratado entonces de una interesante manifestación
de cine dentro del cine. Pero el director desiste de hacer eso y se extravía en
los vericuetos de una vida sin tanto atractivo como para sostenerse en las 2
horas y 11 minutos que dura el film.
Puede que, de todos modos,
la Academia sea generosa con esta pieza, como cada vez que uno de los suyos se
muestra avejentado, sudoroso y padeciente, en un largo plano cerrado.
Acumula 18
premios internacionales y compitió sin suerte en el Festival de Cine de Venecia.
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=MEXPgGufaQE
Oppenheimer
Lujosa mega
producción de Christopher Nolan con un siempre ajustado Cillian
Murphy, con momentos memorables como el del contrapunto entre el inventor
de la Bomba Atómica y Albert Einstein, y - en nuestra opinión - con un
enfoque demasiado condescendiente hacia una figura a la que indisimulablemente se
intenta exculpar de las consecuencias humanitarias que produjo una inteligencia
puesta al servicio de los intereses bélicos de su país.
Palabras aparte
merece el desempeño de un Robert Downey Jr., que encarna a una suerte de
Salieri del protagonista, ofreciendo una de sus actuaciones memorables.
Se ha hecho con 227 premios internacionales. De los 10 títulos en danza, es la que más
galardones obtuvo.
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=x6nLCfiCc6w
Vidas Pasadas
Sabido es que el amor,
la amistad, y la muerte, son algunos de los temas universales que alimentan la
narrativa desde tiempo inmemorial. No obstante, resulta lícito preguntarse si aún
queda por contar historias interesantes sobre el poderoso sentimiento que
motoriza a la mayoría de las relaciones humanas. El conmovedor filme de Celine
Song demuestra que así es.
El punto de partida
de esta historia es un plano medio de dos hombres jóvenes y una mujer en la barra
de un pub. Son una pareja de coreanos y un norteamericano, este último ajeno al
intercambio que los primeros mantienen en su lengua de origen. Una voz femenina
se preguntará en off cuál será la relación entre cada unx de ellxs.
A continuación, la trama
propone el reencuentro entre el joven ingeniero Hae Sung y la nobel dramaturga Na
Young - ahora rebautizada como Nora y casada con Arthur en su nuevo lugar de
residencia, Nueva York - 24 años después de haber compartido escuela en su Corea
natal forjando un vínculo muy sólido.
Él alguna vez le
preguntará, antes de que abandone su lugar de origen, “¿Por qué quieres
irte?”, y la respuesta que obtendrá será “Porque los coreanos no ganan el
Premio Nóbel”.
Las charlas que
compartirán, ya mayores, en ese breve lapso que la vida les concede, ofrecen una
visión realista y para nada edulcorada de las relaciones sentimentales. Por
ejemplo, ella explicará a su amor de infancia el tenso vínculo que ahora mantiene
con su cónyuge, apelando a su ingenio metafórico: "Es como cuando plantas dos árboles en
una misma maceta: Ambas raíces pelean por encontrar su lugar".
Hasta ahí, podría
decirse que no hay “nada nuevo bajo el sol”.
Pero el plato fuerte
de este film se condensa en su título, que refiere a una constante en la
cultura coreana: El destino de dos personas que se aman.
Será ella quien
recuerde el significado que sus connacionales atribuyen al concepto de inyeon
(conocerse en otra vida), antiguo proverbio coreano que significa que cada
interacción entre una y otra persona, incluso un extraño en la calle, nunca es
accidental. La palabra evoca al
destino extendido por muchas vidas, a través de las cuales una pareja se
encuentra y se ama. Luego, no. Y una vez más. Tal vez para siempre.
Habría más detalles por
destacar, pero solo a riesgo de caer en spoilers que no le harían
justicia a un emotivo filme, pequeño pero sabio, y de final abierto.
Ganó 76
premios internacionales. Compitió, sin suerte, en el Festival de Berlín hace
casi un año. Tiene dos nominaciones al Oscar.
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=W_NOBaS-HEU
Pobres criaturas
Desplegando
una imaginería barroca sostenida por una producción descomunal, esta
originalísima osadía del griego Yorgos Lanthimos abreva en una novela que
presenta a un inventor - el siempre carismático y descollante Willem Dafoe
- que ha sufrido en carne propia desde su temprana infancia los experimentos
que perpetra sobre humanos y animales (híbridos especímenes que pululan a su alrededor), y su más exitosa creación, Bella, una suerte de criatura
émulo femenino de la del Dr. Frankenstein, encarnada por una MEMORABLE Emma
Stone, quien, a medida que recorra el mundo de la mano de un dandy vividor
interpretado por el notable Mark Ruffalo, se irá convirtiendo en la
mujer lúcida y libérrima que termina siendo.
Una
verdadera fiesta de los sentidos, de gran y trasgresora audacia ideológica.
Perlita:
Aquí el mad doctor se llama Godwin, identidad que habilita a usar el
apelativo íntimo God (Dios) que recibe de su creación preferida, pero que,
además (no casualmente) es el apellido de soltera de Mary Shelley,
la joven escritora feminista que creó a Frankenstein.
Cuenta
la leyenda que la susodicha venía de perder un hijo cuando canalizó su duelo a
través de la novela que la hizo famosa, imaginando el modo de revivir a lo más
amado y ya perdido. Aquí, a la protagonista del film, quien al principio se
suicida embarazada, se le injerta el cerebro vivo de su propio bebé. Cuesta no
ver en ello una reivindicación radical de la autora antes mencionada.
Ostenta 69
premios internacionales, entre ellos el León de Oro a la mejor película en el
Festival de Cine de Venecia.
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=HGK_FyxBs2M&t=10s
La zona
de interés
Casi un minuto en
negro, solo con música, hasta que el trino de los pájaros habilita una imagen
familiar bucólica - a la vera de un río, estilo Renoir -, demuestra que Jonathan
Glazer, director de este film, sabe cómo prologar lo que vendrá a
continuación: Un filme sobre el nazismo sin imágenes cruentas, pese a que los
horrores del Tercer Reich estarán latentes durante todo su metraje.
Reencontramos aquí a
la actriz que protagonizara Anatomía de una Caída, co protagonizando una
historia que finca su punto de vista narrativo en la retaguardia del Holocausto,
donde tiene lugar la apacible vida cotidiana de sus jerarcas.
Poniendo de
manifiesto "la banalidad del mal" a la que se refiriera Hanna
Arendt, en una distendida charla, mientras las mujeres de la casa
desayunan, las visitas masculinas analizan los detalles técnicos de "la
cremación de las piezas", que no son otra cosa que esos reclusos que a
menudo proveen de víveres al hogar de sus verdugos. Los niños, en tanto - como
es de prever en tal contexto - juegan a los soldaditos.
El plano del
comandante fumando un habano en su parque al borde de una piscina, mientras en
el horizonte se avizoran las chimeneas de un horno crematorio, resume todo el
sentido del film, y acaso, como ocurre en pocos que abordan el mismo tema, la
monstruosidad que este pone de relieve sin recurrir a golpes bajos. En la
secuencia siguiente, el dueño de casa - que tiene hijos con su cónyuge y sexo
con una amante - contará un cuento de hadas para dormir a su hija. Recurriendo
al negativo blanco y negro de ese terrible presente narrativo, estos relatos se
verán ilustrados por una niña que integra el plantel de sirvientes, quien
coloca frutas y mazorcas entre las herramientas de trabajo de los prisioneros
vecinos, como secreto gesto solidario.
La máxima
aproximación a aquel aniquilamiento sistemático perpetrado por los
supremacistas germanos aquí se limitará a un primer plano contrapicado del
protagonista acompañado por alaridos de horror y bocanadas de humo, cuyo origen
nunca veremos. Porque el eje de la historia reside en la capacidad humana de
exterminar al prójimo sin alterar la propia vida familiar.
"Ese es el muro
del campo - dirá el ama de casa mostrando con orgullo su finca a la madre -,
plantamos enredaderas allí, para que con el tiempo lo tapen". Esa
secuencia diurna también contrasta el paisaje de la vida con el de la muerte, intuida
tras un paredón. En ella se hablará de las flores que germinan en el parque,
mientras ahí cerca se achicharra vidas humanas.
Reproduciendo la
cadena jerárquica, ofendida con su esposo ante un intempestivo traslado, la
mujer desquita su indignación contra el personal subalterno, probablemente
judío. "Este es nuestro espacio vital", dirá en referencia a su
finca, edificada junto a un Campo de Exterminio.
Contracara absoluta
de Saló (1975, Pier Paolo Pasolini), que explicita el horror hasta la
frontera de lo soportable, aquí el personal doméstico, insomne, cada tanto contempla
los refucilos rojos de Auschwitz a través de las ventanas. Al día siguiente, un
jardinero fertiliza el jardín con abono de cenizas humanas.
Computa 39
premios internacionales, entre ellos el Gran Premio en el Festival de Cine de
Cannes.
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=6azoQLOqrhg
Hemos realizado
un esfuerzo supremo por disimular qué título/s de los considerados aborrecimos
y cuáles nos fascinaron. Releyendo lo escrito, parecería que fracasamos. -