RESCATES

PARA CINÉFILXS 2.0

 

BERGMAN CREPUSCULAR

UN METICULOSO OBSERVADOR

DE LA CONDICIÓN HUMANA

En el epílogo de su existencia, el gran realizador y dramaturgo escandinavo se dio el gusto de montar su propia sala de cine en las Islas Feroe, para dedicarse a ver  clásicos como “La notte” (1961) o “Blow Up” (1966), de Michelángelo Antonioni, cinco días a la semana y a partir de las 15 hs. 

Este hombre de cine, pero también de teatro, llevaba a August Strindberg en la sangre - al punto de soñar que iba a conocer al autor de “La señorita Julia” en Karlavägen -, y alguna vez tradujo a Henrik Ibsen, a quien consideraba  un maestro en el arte de la construcción dramática. 

Por entonces se quejaba respecto a sus frecuentes desvelos a las 3 de la madrugada - momento que consideraba “la hora del lobo” -, opinando que “es la carga del viejo ser insomne”, y a sus 83 años, se consolaba con optimismo  recordando irónicamente que la Sara del Viejo Testamento quedó embarazada a los 78. 

Antes de abandonar este mundo dejando un legado ineludible en la Historia del Cine, confesó que últimamente prefería dirigir teatro en vez de cine, recordando agobiado que en la foto de fin de rodaje de su último film llegó a contabilizar 78 personas.

Pese a esto último, no se privó de bromear sentenciando que la alternativa de quedarse en la cama “es lo que mejor saben los demonios”, pero “la creatividad es un arma poderosa contra ellos”.-