RESCATES
PARA CINÉFILXS 2.0
AND THE WINNER IS…
¡EL PIXEL SOBRE LA EMULSIÓN FOTOQUÍMICA!
La película fotoquímica fue el soporte que sostuvo los primeros 100 años de cine. Pero hoy por hoy el formato digital ha superado el estándar de calidad de aquel medio.
James Cameron opina que en esta novedad encontró el recurso que el proceso fotoquímico no podía ofrecerle.
Y para confirmarlo bastaría con comparar la factura de las dos versiones de un film como “Clath of Titans” (1981, Desmond Davis, y 2010, Louis Leterrier), o reparar en las diversas utopías que la post producción digital ha permitido materializar - como la Tierra Media de los hobbits, la Escuela Hogwarts de Harry Potter, o el planeta Pandora de “Avatar” -, impensables en la era analógica.
Aún así, todavía hay quienes prefieren procesar la película digital como si fuera analógica.
A ese respecto, el talentoso Vittorio Storaro opina que “ser Director de Fotografía es ser Maestro de Arte”.
El nuevo director de fotografía está obligado a dominar la tecnología que hoy rige la cadena de producción desde el rodaje a la proyección.
Antes, este especialista era ese alquimista que guardaba el secreto de lo que se vería en pantalla al día siguiente, lo que le otorgaba mucha autoridad y poder.
Robert Rodríguez opina que aquella modalidad colocaba al director en una condición semejante a pintar un cuadro a oscuras, porque, hasta que llegaba el copión, ignoraba el resultado de sus tomas.
Cabe reparar en que el granulado en la película fotoquímica no para de moverse, mientras que el pixel es finito y exacto. Y ahora la copia es inmediata.
El diseño del primer chip CCD se realizó en los Laboratorios Bell durante 1969, fue perfeccionado por el técnico informático de Sony Akio Morita durante los 80s, y se consagró gracias al Movimiento Dogma 95’.
Las primeras impresiones de aquella tecnología producían un efecto porno-documental-noticiero, como si uno estuviera dentro del propio plató de rodaje.
La cámara digital, además de abaratar costos, es menos intrusiva en el espacio escénico.
La película fotoquímica, por su costo, incrementaba la responsabilidad interpretativa de actores y actrices, baste con recordar el tour de force que produjo en su momento el rodaje de “El Arca Rusa” (2002, Aleksander Sokurov)
La primera editora digital fue construida a pedido de George Lucas, y vendida en los 80s a AVID.
Hoy lo digital produce una sensación de omnipotencia en un montador, ya que todo es posible.
Antes un Departamento de FX se dedicaba a hacer sándwiches con capas de película, lo que producía que el resultado final se degradara.
Películas como “Sin City” (2005, Robert Rodríguez) hubieran sido imposibles en soporte fotoquímico.
A partir del año 2000 se fueron imponiendo en el mercado distintos modelos de videocámaras digitales: En 2005 la Génesis, en 2007 la Red - que posibilitaría en 2009 el rodaje de “Slumdog Millonaire” (2008, Danny Boyle), y la Alexa en 2010.
Ante la impresión de que actualmente todo lo que se ve es irreal, vale la pena preguntarse ¿cuándo hubo en el cine algo real?
En el formato de marras no hay copias sino clones.
Actualmente el público joven ya no se preocupa por ver cine en un espacio de reunión.
A la hora de reseñar la evolución del caudal informativo que reúne el nuevo formato, vale la pena repasar los 720 píxels del SD, los 1920 del HD, los 4096 del 4K, y los 5120 del Red Epic.
La limitación que por el momento anotan los especialistas reside en su limitada duración útil en archivos, lo que - paradojalmente - aún recomienda guardar obras originales en su negativo fotoquímico.
Resumiendo: En nuestros días cualquiera puede
hacer un filme, pero no necesariamente bajo control de calidad.-
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