RESCATES
PARA CINÉFILXS 2.0
ALEXANDER KLUGE TRAS LA BIBLIA DEL MARXISMO
Entre 1927 y 1929 - acaso motivado por la gran crisis económica de ese último año - el célebre cineasta Sergio Eisenstein acometió la desmesurada idea de adaptar al cine El Capital, de Marx.
Fue inmediatamente después de estrenar Octubre (1927) en el
Teatro Bolshoi de Moscú que - probablemente al cabo de dicha hazaña en la que
tuvo a toda aquella capital a disposición,
y sintiéndose el Cecil B. De Mille soviético - llegó a rodar
Cuentan que se inyectaba anabólicos para aguantar despierto en la sala de montaje hasta 48 horas. A causa de ello perdió la vista. Y así, como un moderno Homero, se entrevistó con James Joyce con la intención de que lo ayudara a adaptar a tal empresa la estructura narrativa de su Ulises, consistente ahora en el monólogo de la mujer de un obrero que condensa la historia de la humanidad entre la cena y el lecho.
En
2008, Alexander Kluge - uno de los
íconos del llamado Nuevo Cine Alemán - encarando la megaempresa audiovisual que
denominó Noticias de la antigüedad ideológica: Marx, Eisenstein, El Capital, decidió explorar los retazos, las
intenciones que dejó para la posteridad el director de La Huelga (1925),
recurriendo a diálogos suyos con importantes referentes contemporáneos del arte
y el pensamiento germano. Todo eso se interseca con expresivas placas que
recurren a una tipografía variada y a veces semantizada por íconos alusivos al
tema que se aborda, remedando ciertos afiches de la Bauhaus.
A medida que avanza el metraje, su autor va interpretando la construcción yuxtapositiva y comentada que se proponía el director de El Acorazado Potemkin (1925) y la va adoptando, a la manera de un hipertexto fílmico.
A continuación, pasaremos revista a algunos aspectos
sobresalientes de su estructura expositiva:
Libro Primero
Alternando piezas clásicas al piano y apelando a un plano medio muy despojado, aparecerá en escena el escritor Hans Magnus Enzensberger, confesando “siempre quise escribir un poema sobre economía, pero nunca pude abordarlo”; a lo que Kluge aportará que muchos coros griegos discurrían sobre vastos dilemas de la humanidad.
Más adelante desfilará ante cámaras una traductora rusa que, en un riquísimo intercambio con el realizador alemán, intentará definir etimologías y acepciones entre los conceptos de Marx y las interpretaciones de Lenin.
Acaso en el pasaje más atrapante de este primer bloque, el joven narrador Dietmar Dath vierte opiniones como las siguientes: “Marx utilizó como sujeto al capital, Benjamin podría haberlo hecho desde las fuerzas productivas, pero no lo hizo (…) “Los comunistas modernos prefieren una praxis con errores antes que una teoría sin errores que nada enseña. Prefieren seguir el proceso histórico y eso también es una actitud griega. Es una actitud trágica. Vamos a aprender algo de esto, aunque advirtamos de entrada que nos llevará a una catástrofe. Seguimos el aprendizaje hasta el final por curiosidad (…) Hay marxistas porque existen los keynesianos, pero acaso el sueño de Marx era que no fueran necesarios. Porque hay diversas formas de socialismo”.
Libro Segundo
El bloque siguiente arranca con la imagen de un cielo sin nubes, que desciende hacia una calle de Alemania transitada por una joven con minifalda y botas de cuero. De repente se detiene en el pormenorizado análisis de cada componente en su carácter de mercancía, zoomeando hacia la falda de la chica, el portero eléctrico del edificio detrás, o la goma de mascar adherida a la acera.
Poco después visitaremos el cementerio donde yacen los restos de Carlos Marx, no precisamente bajo el busto de piedra que lo evoca sino, fuera del alcance de los curiosos, bajo una vieja lápida partida. Confinado allí porque era judío.
Retomando la secuencia de reflexiones que vertebran la
obra, el filósofo Peter Soterdijk
conjetura sobre el posible abordaje audiovisual que Eisenstein le hubiera dado
a El Capital: Así como Homero recurre al héroe que recorre el mediterráneo
desarrollando múltiples estrategias de supervivencia, Marx nos narra la
metamorfosis del dinero. El pensador concluirá expresando que “la ruina del marxismo es haber perdido su magia
metafísica original y haber abrevado en el positivismo de las ciencias
burguesas (…) Habría que complementar la tríada Marx, Engels, Lenin con Ovidio,
el autor de
Otro cientista social afirma, en plano medio contra fondo oscuro, con una bombita de luz omnipresente pendiendo sobre su cabeza y apoyado sobre los volúmenes en cuestión: “Un revolucionario es, antes que nada, un gran observador (…) Alguien capaz de conectar situaciones de final con situaciones de comienzo (…) Alguien capaz de hilvanar el futuro con fragmentos de pasado que se desvanecen. Un artista del montaje” (el subrayado es nuestro)
Esta entrega culmina rindiendo tributo a la revolucionaria obra del compositor veneciano Luigi Nono, como uno de los grandes intérpretes de la epopeya humana a través del arte.
Libro Tercero
Este vasto ensayo audiovisual continúa alternando
fotomontajes tendientes a ilustrar los conceptos más abstractos sobre economía
con perfomances actorales donde se da lectura a algún pasaje del texto canónico
de Marx, remedando posibles destinatarios que abrevan en él en distintos
momentos de
En algún pasaje se aludirá a la ópera de Max Brandt El lamento de las máquinas, indagando acerca de si existen los “derechos humanos de las cosas”.
Un par de actores - uno caracterizado como el gran filósofo alemán y otro como un hombre de Neanderthal - leen un pasaje de “La división del trabajo”.
El director intercambia telefónicamente con el poeta Dûrs Grumbein acerca del poema El Capital, escrito por Brecht en métrica clásica hacia 1945.
Oskar Negt, estudioso de Marx, sostiene que “La idea del socialismo es capitalizar el trabajo acumulado por generaciones (…) Lo que Marx critica del capitalismo es que no puede cosechar su trabajo humanamente”.
El Profesor Rainer
Stollmann, de
Se rinde tributo a Karl Korsch - maestro de Brecht -, como el mejor comentarista de Marx.
Y se pasa revista al incidente de una comisaria soviética que sobrevive a un naufragio junto con un puñado de oficiales, resistiéndose a la barbarie hasta ser rescatada por un submarino nazi. La historia se compara con la de Robinson Crusoe, dando cuenta de que este, en soledad, reproduce los esquemas ideológico-sociales de su matriz cultural británica culminando por esclavizar a su criado negro; mientras la revolucionaria en cuestión oculta su pistola Máuser para evitar conductas desesperadas, y - estando allí su amante - nadie la asedia sexualmente (como si se estuviera ante la reproducción de otra clase de valores) No obstante, dada la excepcionalidad de dicha experiencia, se concluirá sosteniendo que una conducta socialista encontrará mayor fertilidad en sociedades desarrolladas que en primarias.
La saga culmina con un paso de comedia a cargo del actor Helge Schneider, quien - interpretando tres personajes: un obrero desocupado, un imitador de Marx, y un compositor de música para cine - pasará revista sucesivamente a los ecos y vigencia de El Capital.
En conclusión, este documental experimental de
Un programa para armarse de paciencia, y asistir a un despliegue de recursos estético - narrativos a cuál más original. -
Film completo, en tres bloques
Libro Primero: https://www.youtube.com/watch?v=tXG9mtY3aHY&t=6s
Libro Segundo: https://www.youtube.com/watch?v=GLaSIMj6O18
Libro Tercero: https://www.youtube.com/watch?v=U6aUO8FJzcM
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