DOSSIERS
El desafío de la imaginación en su competencia con la realidad
UNA FICCIÓN CADA VEZ MÁS PRÓXIMA A LA CIENCIA
“En un mundo donde efectivamente muchas
veces la realidad parece superar a la ficción, la ficción recupera su sentido
original: permitirnos hacer catarsis, purgar sufrimientos y deseos a través de
ella. En un mundo donde la realidad se muestra en su brutal desfachatez, en su
salvajismo vanal, la ficción debería servirnos para poetizar y metaforizar este
dolor. Y en un mundo donde ya todo parece haber sido dicho o escrito o mostrado
y en el que - como dijimos - lo que sucede parece ser obra de algún guionista
entre lo genial y la locura, hacer ficción supone un enorme desafío: encontrar
qué decir, qué inventar, qué mostrar, qué secretos sacar a la luz en una
realidad en la que, bajo la apariencia de que todo se muestra, todo se esconde”.
Laura Ferrari
Guionista.
“Ficcionando en una realidad que parece de ficción”
(2003)
Hay un hermoso librito de bolsillo editado por La Máscara para la Colección Placeres (nunca mejor escogido ese nombre) que lleva por título “La Ciencia Ficción. Imaginación, anticipación, utopía”. En su portada puede verse un fotograma de la adaptación cinematográfica de “20.000 leguas de viaje submarino” - novela de Jules Verne llevada a la pantalla en 1954 por Richard Fleischer - que muestra a un gigantesco calamar diseñado casualmente por el maestro Ray Harryhausen, sujetando a un buzo con uno de sus tentáculos. Es una recomendable vía de acceso al fascinante mundo de la fantaciencia, tan frecuentado por el cine y, cada vez más, por las incontables series que en él abrevan.
Por cierto, así como hay público para todo, parte de
él se resiste a abrirse a las metáforas de la vida real que el género
acostumbra a proponer. Sin ir más lejos, en un cálido conversatorio entre el
director de Terminator y el de Tiburón, este último explicó emocionado a su
interlocutor que dirigió E.T. para procesar la separación de sus padres
consolándose con una suerte de amigo imaginario venido de otra galaxia.
Por lo demás, sabido es también que algunos filmes de
este tipo han apelado a la idea de la invasión extraterrestre para someter a
algunos países fuertes acostumbrados a doblegar a otros más débiles a la prueba
de imaginarse amenazados por una potencia alienígena tecnológicamente mucho más
avanzada. Este sub género del fantástico responde a la premisa de preguntarnos
“¿y si acaso…?”.
Primera entrega: A la conquista del cosmos
Durante el rodaje del film Gravedad (2013), de Alfonso Cuarón, que describe la pequeñez de nuestra especie frente a la inmensidad del universo, para encarnar a su personaje, Sandra Bullock - co protagonista junto a George Clooney - consultó con la astronauta Cady Coleman acerca de cómo se despertaba ella en órbita.
Se considera pionero del género en el arte
cinematográfico al prestidigitador Georges Méliès,
quien en 1902 llevó a la pantalla un relato que combina la novela de Verne “De
la tierra a la Luna” con la de H.G. Wells “Los primeros hombres en la Luna”.
En los albores de la literatura de anticipación, no
abundaban los relatos rigurosos sobre la exploración de otros mundos, al punto
de que muchos describían a lxs terrícolas descendiendo sin casco en atmósferas
extrañas, y el cine lo reprodujo hasta mediados del Siglo XX. Poco después,
algunos realizadores se harían asesorar por especialistas, como lo hizo Irving Pichel con
Robert Heinlein - gurú de la ciencia ficción lógica - durante el
rodaje de Con destino a la Luna (1950)
Viajar más rápido que la luz para acceder a otros
sistemas solares continúa siendo el Santo Grial de la ciencia.
La imaginación de Gene Roddenberry -
creador de la serie Star Trek - concibió una pluralidad de formas de vida
extraterrestres igualmente respetables como la nuestra, abordando en dicha saga
problemáticas raciales o sexuales con singular destreza narrativa.
George Lucas
reconoce a 2001. Odisea del Espacio (1968, Stanley Kubrick)
como la mejor película de ciencia ficción de todos los tiempos, y admite
haberse inspirado en ella para fotografiar las naves de Star Wars.
Hacia 1977, con películas distópicas o apocalípticas, el cine de ciencia ficción recaudaba cada vez menos. Hasta que la saga de Lucas revolucionó ese universo, dotándolo de un renovado esplendor, que abrevó en viejos seriales del género como Flash Gordon y en westerns de John Ford.
En los años 70s, acorde con la contracultura de la época, la ciencia ficción cinematográfica se vuelve hiperrealista, y las naves que presenta carecen de pulcritud, como en el Nostromo de Alien. El Octavo Pasajero (1979, Ridley Scott), que tiene goteras o escapes de vapor.
En este campo a veces se ignora o infravalora a lxs artistas capaces de concebir mundos alternativos, pero sin embargo hay demasiado trabajo casi anónimo detrás de las fantasías que consumimos. Por ejemplo, el ecosistema del planeta Pandora creado por James Cameron para Avatar cuenta con su propia historia, con una lengua absolutamente orgánica - como la élfica que inventara J.R.R. Tolkien -, y hasta con unas flora y fauna totalmente clasificadas por su especificidad, con nombres en inglés, latín, e incluso n’avi para bautizar a cada especie.
Luc Besson también inventó un diccionario de alrededor de 400 palabras para el personaje que encarnó Mila Jovovich en su film El Quinto Elemento (1997), además de diez o quince páginas para definir la ley que rige o la comida que se consume en el mundo que propuso.
A su vez, James
Gunn escribió cientos de páginas sobre las diferentes culturas que pueblan
la saga Guardianes de la Galaxia, caracterizando desde cómo son a cómo piensan.
Imperdible referencia: https://www.youtube.com/watch?v=KCfqHFG9s74
(Continúa en próxima entrega...)
Y bueh, qué puedo decir sos un capo. Leí rapidito este texto maravillosamente escrito que ofrece tantas vías de reflexión. Me enganché con la última saga serial de Star wars, vi casi todo lo que mencionaste Y por supuesto que hay mucho más un género que tiene una gravitación tremenda no sé bien por qué y en el fondo no quiero saber ya que tengo La mala costumbre de diseccionar y buscar causas con lo cual el goce estético suele evaporarse. Gracias Jorge, esperamos la nueva entrega.
ResponderEliminarPrometido, y gracias mil. Todo parecería indicar que la ciencia y la ficción han superado su status de empáte técnico... en favor de la primera: ¡"Que La Fuerza nos acompañe!".
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