RECOMENDACIONES
EO
LA ODISEA DE PLATERO

Aunque hoy a los centennials pueda resultarles absurdo, hubo un tiempo - entre los 50s y los 80s - donde era frecuente estrenar filmes, por lo general destinados al público menudo, que humanizaban la biografía de algún animal. Muestra de ello han sido títulos emblemáticos como Crin Blanca (1953, Albert Lamorisse), El Chanchito Picarón (1973, Charles August Nichols), o Las Aventuras de Chatrán (1986, Masanori Hata), para no aburrir enumerando las incontables sagas de ese tipo que supieron producir durante el período consignado los Estudios Disney.
Hoy es menos frecuente. Y el título sobre el que da cuenta esta nota no es exactamente eso, dado que, recurriendo al ajetreado periplo de un asno, más que divertir mostrando algo pintoresco, intenta poner en tela de juicio ciertos aspectos de la conducta humana vistos desde la mirada del borrico.
Para hacer referencia al film no se pueden pasar por alto algunas referencias de su director, que - lejos de ser uno más - es el prestigioso Jerzy Skolimowski, para más dato, guionista, dramaturgo, actor y pintor polaco, que se graduó en la legendaria Escuela Nacional de Cine de Łódź, y dirigió más de veinte películas desde su ópera prima en 1960, Oko wykol.
En su sacrificado andar, el protagonista (acaso bautizado EO emulando el sonido que produce el rebuzno del animal) será rescatado de un circo ambulante - adonde permaneciera a cargo del ser que más lo ama y lo cuida, una joven ecuyere a la que jamás conseguirá olvidar - por preservacionistas gubernamentales de especies vivas; recalará luego en un establo, alternando un tiempo con equinos; pagará muy caro más tarde ser convertido en mascota por hinchas de un club de fútbol que serán violentamente atacados por sus rivales; será reanimado por siniestros peleteros; apropiado por un noble metalero de trágico destino; y robado por un perdulario religioso vividor de su madre aristocrática (cameo de la siempre inquietante Isabelle Huppert), hasta llegar a una vaqueriza que definirá su destino.
Durante ese largo viaje, plagado de memorables imágenes captadas por una fotografía virtuosa, ningún personaje de los que desfilen ante la cámara desplegará más humanidad que ese burro
En conclusión, a lo largo de su itinerario el animal padecerá tratos que, dócil como es, no merece, quedando siempre al arbitrio de decisiones ajenas. Y solo en una ocasión hará justicia con sus captores en una factoría dedicada a sacrificar animales para comercializar sus pieles.
Un filme profundamente conmovedor, de los que ya no se hacen, y que interpela de verdad.
¡Bravo pues por este longevo Maestro que, a sus 84 años, rehúye al facilismo, y sigue demostrando una verdad archisabida: El cine salva! -
A la memoria de Oscar Gamardo
Algunas opciones
para ver EO: https://gnula.nu/drama/ver-eo-2022-online/
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