martes, 6 de septiembre de 2022

CRÍTICAS

 

“She will”

EL CUERPO FEMENINO COMO TERRITORIO DE FLAGELACIÓN


 









“…la idea de que hay personas que son demoníacas, que son totalmente malas, es una cosa nueva típica del cristianismo que divide el mundo en dos: el bien y el mal, Dios y Satanás. Esta visión dualista no es herencia de creencias precristianas. Esta visión del diablo como enemigo de la humanidad, la bruja que es una persona que pone en peligro a la humanidad, que vive para hacer el mal, el mal por el mal, es una visión que aterroriza, que elimina toda empatía, elimina la posibilidad de solidaridad con estas mujeres. Si no, cómo se puede explicar que las quemaran vivas, la gente miraba cómo las quemaban. Las habían demonizado. (…) Nos han privado de su historia”. 

Silvia Federici,

referente del feminismo autónomo italiano


Como la comedia negra Las Brujas de Zugarramurdi (201, Álex de la Iglesia), el drama Aquelarre (2020, Pablo Agüero) - ambas producciones de origen ibérico -, o la excelente serie italiana Luna Nera (2020, Francesca Comencini, hija del gran Luigi Comencini, uno de los padres de la commedia all’italiana), el film que nos ocupa aparece en plena Era “Me Too”, contexto que impone una profunda resignificación al fenómeno que en años de oscurantismo se conociera como brujería. 

Su trama nos presenta a una madura actriz retirada (Alice Krige) que viaja a una clínica situada en Escocia para recuperarse de una dura intervención quirúrgica, una mastectomía doble. La intención de la mujer es su rehabilitación física. Sin embargo, una vez allí descubre que para conseguir una recuperación plena precisará una meditación psicológica sobre su existencia y ciertos traumas del pasado. Además, durante su estancia  establece un vínculo a veces materno filial y otras veces ambiguo con Desi (Kota Eberhardt), la enfermera que la cuida. Juntas comienzan a descubrir en sueños misteriosas fuerzas telúricas relacionadas con el pasado histórico del lugar, donde al igual que en Salem o en algunas regiones del País Vasco, en el Siglo XVIII tuvieron lugar procesos contra la brujería. 

Secunda a las protagonistas el legendario Malcolm McDowell que estelarizara La Naranja Mecánica (1971) de Stanley Kubrik y el Calígula (1979) de cuya autoría renegara Tinto Brass. 

La película está producida por Darío Argento, padrino de una obra que adopta los tropos y mecanismos del cine de terror para elaborar una historia de ajuste de cuentas, en el que subyacen el inconsciente del movimiento feminista y sus traumas. 

Imposible mencionar a este decano del giallo sin dedicarle algún párrafo, a los efectos de dimensionar su mentoría en esta ópera prima. 

Cuando se habla de giallo se hace referencia a un tipo de cine que se popularizó bastante en la filmografía italiana. El giallo toma su nombre de una colección de libros de bolsillo de portada amarilla; giallo significa amarillo en italiano.  Tiene elementos de misterio o detectives y a menudo contiene slasher, crimen, thriller psicológico, sexploitation, y, con menor frecuencia, elementos de terror sobrenatural. 

Es fácil identificar una película del maestro Argento, ya que todas tienen música inquietante, colores vibrantes, scream girls (chicas aulladoras) con ojos grandes e historias de terror psicológico que no necesitan de grandes efectos o presupuestos para meterse en la cabeza del público y provocarte la sensación de que algo o alguien le observa. 

Su estilo ha sido descrito como neogótico y psicodélico, con toques de feminismo. Con estos atributos marcó al cine y logró convertirse en uno de los directores de terror más influyentes de todos los tiempos, compartiendo categoría con otros como Alfred Hitchcock

Según algunos críticos, Nicholas Winding Refn, director de Neon Demon (2016), es una especie de Argento moderno, y Wes Anderson también tiene muchas cosas en común con el italiano, principalmente su uso del color.

Argento nos enseñó que una película no necesita ser oscura y en tonos grises para ser aterradora (Ari Aster lo terminó de confirmar en 2019 con Midsommar)

Suspiria es su obra más famosa, una fantasía terrorífica sobre brujas, bailarinas y asesinato, pero no es la única gran película de este autor (que ha inspirado a otros grandes como James Wan y Eli Roth)

She Will ganó el leopardo de oro a la ópera prima en el Festival de Cine de Locarno. Y ha sido descrita como “un soberbio y astuto debut en un drama de terror que ofrece una venganza feminista de otro mundo” por Jessica Kiang en Variety y Alfonso Cuarón ha dicho que “se asienta en la tradición de las grandes películas de terror psicológico (que) deja a uno en duda mucho después de (que) haya terminado”. 

Además de la distinción ya mencionada, en 2021 el filme fue nominado a mejor nuevo productor en el British Independent Film Awards (BIFA), e  integró la  Sección Oficial Largometrajes a concurso en el célebre Festival de Sitges. 

Como resulta inocultable en todo su metraje, detrás de cámara hay una mujer, Charlotte Colbert es una directora de cine franco-británica y una artista multimedial. Estudió en la London Film School. Es coautora del largometraje Leave to Remain (2013) sobre solicitantes de asilo menores de edad en Gran Bretaña con una partitura de la banda Alt-J, ganadora del Premio Mercury. Ganó premios en el Festival de Cine BUFF y en el Festival Internacional de Cine de Bérgamo.  

En 2011 hizo dos cortos animados The Girl With Liquid Eyes con Maryam d'Abo y The Man With the Stolen Heart con Bill Nighy. En 2016, escribió y dirigió The Silent Man, descrito en ID como "los cortos más surrealistas que jamás verás" con Simon Amstell y Sophie Kennedy-Clark. Y ha sido anunciada como productora de Dalí Land, una película biográfica sobre el artista Salvador Dalí con Ben Kingsley y Lesley Manville como protagonistas. 

Sobre el film que nos ocupa, en una entrevista para Variety, Colbert declaró: “La historia de She Will tiene temas que siempre me han interesado en mi práctica y en mi vida. Cómo el trauma puede alterar nuestra percepción de la realidad y el tiempo, cómo la naturaleza conlleva tanto consuelo, cómo llevamos dentro la memoria muscular de aquellos que vinieron antes y aquellos que vendrán, cómo lo infinitamente pequeño, como una célula, contiene los mismos patrones que el universo. Cómo el significado, la perspectiva, la realidad y el tiempo son construcciones tan frágiles que se pueden quebrar en cualquier momento. El género del terror psicológico parece permitir una libertad más artística que el drama. Puede capturar esos sentimientos existenciales en su corazón.” 

Se trata pues de un producto altamente recomendable para amantes de esas ofertas inteligentes que el género a menudo regatea, dotada de una música y una imaginería visual exquisitas. 

Se consigue para descarga en plataformas Torrent, y ¡vaya si vale la pena!





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