RESCATES
PARA CINÉFILXS 2.0
GRUPO DZIGA VERTOV:
LA MILITANCIA AUDIOVISUAL MAOÍSTA DEL DÍSCOLO GODARD
Existe un consenso creciente acerca de que el año 1968 instaló un parte aguas en el mundo todo, constituyéndose en el punto más alto de las utopías revolucionarias de la época.
A continuación pasaremos revista a la filmografía que por entonces produjo un cineasta siempre polémico, asumiendo el rol de videoactivista junto a su colega Jean - Pierre Gorin, antes de convertirse en uno de los máximos referentes de la Nouvelle Vague francesa.
Se trata de una de las experiencias cinematográficas no
tercermundistas más atentas a las urgencias políticas del momento, y acaso la
que más haya insistido en una auto-interpelación acerca de contenido y formas
(“ya no hay más imágenes simples, sólo hay gente simple”):
Una película como
cualquier otra (1968):
Realizada por el autor de
Su estructura es muy simple. El presente narrativo transcurre en adyacencias de la automotriz Renault ocupada por sus trabajadores, donde media docena de jóvenes - obreros y estudiantes - intercambian puntos de vista generados bajo el fragor de las luchas en curso. Sus rostros no se muestran porque están perseguidos por las fuerzas de seguridad. Simultáneamente se intercalan imágenes de archivo en blanco y negro de carácter pre insurreccional, producidas durante aquellas jornadas. Hacia su desenlace, el levantamiento obrero y el estudiantil confluyen, y cierra una placa que representa la puja entre la franja azul y la roja de la bandera francesa. Finalmente se impone la roja cubriendo toda la pantalla.
Sus protagonistas semejan a los de la generación que por entonces se rebelaba en Tokio, Roma, París, Tlatelolco, Córdoba. Seguramente haya alguna explicación más rigurosa que la mera imitación de un médico de la pequeña burguesía rosarina abjurando de su clase y cayendo en combate en la boliviana Quebrada de Yuro, para comprender semejante radicalización de las capas medias, que no culminaría precisamente cediendo paso a una dirección proletaria del proceso de emancipación. Acaso la dictadura de los monopolios pauperizó a esos sectores expulsándolos del consumo y llevándolos a reparar en los intereses comunes a la clase obrera. En cualquier caso, sabe a poco suponer que sólo se trató de una masiva rebelión ilustrada.
Es encomiable la determinación de Godard en ese momento de
su carrera, cuando ya tenía un nombre, pero asumió el riesgo de librar una
batalla impostergable por inventar formas estéticas y narrativas capaces de provocar
al público, convencido de que para realizarse plenamente resulta imprescindible
no aceptar mediación alguna entre nuestros más bellos sueños y la espeluznante
vigilia.
British Sounds
(1969): Un
filme absolutamente atravesado por la radicalidad de los 60s, y estructurado en
base a cinco secuencias claramente diferenciadas por el desarrollo de una
idea-fuerza por vez. También fue prohibida su emisión, ahora por
Pravda (1969): A instancias de su colega Jean Luc Henri - también maoísta por
entonces -, Godard se vale de un ardid consistente en aducir que estuvo en
Checoslovaquia durante
Viento del Este
(1969): Un
financista italiano convoca actores y realizadores del cine contestatario
contemporáneo (Gian Maria Volonté, Anne Wiaszemski, Glauber Rocha, Jean Luc
Godard) para realizar un filme de contrainformación. La mayoría se va de
juerga con el dinero en cuestión, pero Godard convoca a su socio Jean Pierre
Gorin, que no duda en fugarse del hospital donde se halla internado, para
comparecer al rodaje del que será el Manifiesto Fundacional del Grupo Dziga
Vertov. Con base a un guión del por entonces dirigente estudiantil rebelde Daniel Cohn Bendit, la experiencia
consiste en una sucesión de escenas ficcionadas al aire libre, en un escenario
exuberante y seudo tropical, por parte de un elenco que se divide entre quienes
representarán a las fuerzas del sistema y a las de
1AM One American
Movie (1969):
Experiencia compartida - y luego abandonada - por Godard con sus socios Leacock y Pennebaker, que la terminarían rebautizándola como One Parallel
Movie. Este último firma como propio el
producto final, cuyo montaje no satisfizo al realizador suizo. Registro del
movimiento juvenil rebelde en USA, con epicentro en los Black Panthers. Se basa
en algunas perfomances que tienden a subvertir el orden establecido en espacios
públicos como un colegio de niños negros donde un actor irrumpe con uniforme
del Ejército Confederado y es interpelado
por los alumnos como símbolo del esclavismo, o un recital de rock
improvisado en la terraza de un edificio situado frente a la multinacional RCA,
luego disuelto por la policía. Parece destacable la tensa entrevista a un
airado Eldridge Cleaver, referente
contemporáneo de la comunidad afro, que se manifiesta harto de los
documentalistas y espeta a su interlocutor “tu formas parte de toda esa mafia”.
El filme culmina con una poderosa metáfora que parte del cartel Compañía de
Demolición Americana, y culmina mostrando el desguace en cámara rápida de aquel edificio donde se
ofreciera un concierto no autorizado.
Shick (1971): Publicidad de crema de afeitar
cuyo mérito mayor consiste en la treta con que Godard y su socio Jean Pierre Gorin obtuvieron financiamiento
para llevarla a cabo, proponiendo un proyecto irrealizable por mes mientras cobraban un sueldo anual, para culminar
realizando en un día (!) un comercial que encima satiriza la gran estafa del eslogan publicitario. ¿Batallas ganadas
dentro del vientre de la bestia? Tal vez desde una óptica sudamericana sólo
alcancen a ser travesuras de intelectuales
contestatarios en países desarrollados.
Letter to Jane
(1972): La
destinataria de esta suerte de misiva audiovisual es Jane
Fonda, que por entonces acaba de co protagonizar para Godard y Gorin el
film “Tous va bien”, junto con Ives Montand. A su vez, la actriz y
militante por la paz en Viet Nam acaba de regresar de Hanoi. Y de analizar
minuciosamente una foto suya aparecida en el magazine L’Express trata este
film, realizado en el tiempo récord de un día, mientras los fundadores del Grupo
Dziga Vertov - que generalmente no hallan mayores obstáculos a la hora de
financiar sus obras - analizan los
sucesivos fracasos obtenidos en materia de difusión televisiva de esos filmes,
atravesando la que habrá de ser la crisis terminal de dicha experiencia. Se
trata de la más detallada y feroz deconstrucción que pueda hacerse de una
imagen, aquí consistente en el plano medio nítido de la destinataria del
mensaje, escuchando con gesto culposo a un dirigente del Vietcong borroso y de
espaldas a la cámara. En el desarrollo de su argumentación los autores volverán
sobre la contradicción Vertov-Eisenstein considerándola ahora no tanto
antagónica como complementaria. Aunque se trata de un fotomontaje
exclusivamente compuesto por una sucesión de imágenes fijas intercaladas por
placas negras (recurso frecuentemente utilizado por el grupo cuando ya no
alcanza con una imagen para expresar un concepto) Acaso se trate del producto
más potente y eficaz de los que venimos revisando.
Aquí y más allá
(1974): Godard
y Gorin estuvieron viajando varias veces a Palestina durante la primera mitad
del año 1970, con el objeto de ponerse en contacto con Al Fatah y registrar a
favor de dicha causa un filme a titularse “Hasta
Quizás corresponda concluir esta sucinta reseña expresando que, pese a sus nobles intenciones, la aventura del Grupo Dziga Vertov ratifica la antigua limitación de que muchos intelectuales contestatarios europeos lo son dentro del Primer Mundo, pero incursionando en el tercero no trascenderán la condición de europeos. Refuerza esta conclusión la desalentadora frase que acompaña las últimas imágenes de los fedayines prestos a perder la vida en Aquí y más allá: “Como son revolucionaros simples hablan de cosas simples” (cuando en rigor de verdad están intercambiando criterios acerca de cómo atravesar el cauce de un río sin ser detectados por el fuego israelí)
Como premio consuelo, digamos también que el
longevo Godard desde entonces no ha dejado de explorar nuevas formas de
discurso cinematográfico, legándonos en el otoño de su vida ensayos sumamente
conmovedores, que si algo no provocan es
indiferencia.-
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